El Arsenal cerró la primera contratación para el curso que viene. Lo hizo antes de que se acabara la temporada actual. Los de Londres desembolsan cerca de 45 millones de euros por el centrocampista suizo, que viene del Borussia Mönchengladbach.
Cuando el verano pasado, Atlético de Madrid, Bayern de Múnich, Borussia Dortmund y un sinfín de equipos de tronío preguntaron por la situación de Granit Xhaka, Max Eberl fue claro y directo: “Xhaka no se toca”.
Argumentando que el jugador estaba contento en el equipo y en la Bundesliga, el director deportivo del Borussia Mönchengladbach cerró de golpe y porrazo la puerta a un Guardiola que suspiraba por el pivote suizo, pero de origen albanés, como recambio de Bastian Schweinsteiger. Fue más allá incluso con el Atlético de Madrid, cuyo estilo de juego consideró no estaba entre los ideales del jugador. No obstante, tasó al futbolista en unos 35 millones de euros, pero entendió que su voluntad nunca sería la de salir.
Un verano más tarde y poniendo 45 millones de euros (10 más de lo que pedían el curso pasado), el Arsenal de Wenger se ha adelantado a todos y lo ha hecho incluso antes de la Eurocopa, donde el jugador posiblemente se revalorice y se dé a conocer más de lo que hoy ya es.
“Le hemos estado siguiendo durante mucho tiempo”, señaló el técnico tras cumplir uno de sus deseos. ¿Y quién no? Mira que es raro ver a los del Emirates gastar, sobre todo cantidades tan elevadas y mucho más sin haber vendido ese mismo verano. Parece que el técnico francés, bien criticado en cursos anteriores por su espíritu del puño cerrado, ha visto en el ya ex del Gladbach una oportunidad para dar el salto de nivel que le hace falta a los Gunners y luchar por conquistar la primera plaza.
¿Pero quién es realmente Granit Xhaka? Internacional absoluto por Suiza aunque de ascendencia albanesa (selección para la que juega su hermano Taulant, futbolista del Basilea), Granit empezó su carrera deportiva en el club donde aún hoy milita su hermano. Rápido despuntó en las categorías inferiores hasta el punto de llegar a debutar en Primera División en 2010, con tan solo 17 años. Un año antes, en 2009, formó parte de la Suiza que se hizo con el Mundial U17 liderando a una generación helvética en la que destacaban jugadores como Ricardo Rodríguez, Haris Seferović o Nassim Ben Khalifa. Con 19 años ya dio el salto a la Bundesliga y el Gladbach pagó por sus servicios 8.5 millones de euros.
Xhaka es un mediocampista de lo más completo en el panorama actual. Bien hacía Guardiola en quererlo como relevo de Schweinsteiger pues reúne unas cualidades muy similares a las del alemán (olvidando por completo el pasado de Bastian como interior-extremo).
Xhaka es un jugador ideal para un centro del campo de tres jugadores, ocupando siempre la posición más retrasada de los tres como pivote defensivo para proveer una primera salida limpia de balón, incrustándose entre los centrales. Esa es una de sus mayores virtudes, que hace a las mil maravillas. Reparte en corto, manda, ordena y coloca. Si él está bien sobre el campo, su equipo estará organizado. Combina también en largo y destruye líneas defensivas con un buen pase milimétrico al espacio. Hay que destacar que es zurdo, algo que hace cambiar por completo todos los automatismos de los equipos, acostumbrados a que esa labor la haga un diestro.
Con la salida de un Arteta ya venido a menos, igual que la de un Flamini que nunca dio su mejor versión, al fin el Arsenal tiene un pivote de los de verdad, toda vez que Coquelin, cuando ha estado sano, ha sido la irregularidad hecha futbolista.
El nuevo fichaje Gunner no es solo calidad con el balón y es quizás ese punto de perro de presa el que le hace un jugador diferente. Incluso con algo de mala fama de jugador duro, Xhaka no hace prisioneros, disfruta bajando al barro para robar el balón más difícil. Su virtud de recuperador no está pagada y en un equipo como el Arsenal con tanta posesión y dominio podrá brillar mucho más en sus dos vertientes.
No obstante, es capaz de jugar también en posiciones más adelantadas. Su buena visión de juego y sentido táctico lo permiten, aunque no destaca tanto. O al menos no es tan importante como cuando hace también el trabajo que no se ve. Posee gran disparo desde la frontal y cuando le dejan libertad gusta de descolgarse hasta el balcón del área para ensayar su disparo con la zurda. Una faceta que se puede ver mejor en sus partidos con la selección.
Nada más lejos de la realidad, no es un goleador de dobles cifras, como tampoco un asistente asiduo al último pase (aunque podría hacerlo jugando más adelantado).
Promedia 3-4 goles por temporada y un número similar de asistencias de gol. Prefiere siempre guardar la posición antes que llegar a la frontal. Tenerlo todo atado y bien atado por si luego toca correr hacia atrás. Su mayor defecto, aún por pulir, es el juego aéreo, donde flojea. Y en una liga como la Premier y en un centro del campo de bajitos, ahí puede sufrir. No obstante, su 1’85m, muy físico y su capacidad para absorber como una esponja cualquier nuevo ejercicio hacen pensar que potenciará hasta reducir ese mal juego aéreo. Un líder a sus 23 años, un capitán de los que no necesitan portar el brazalete.
Con Xhaka el Arsenal gana, la Premier crece y el fútbol sube en espectáculo. Wenger ha encontrado a un chico escoba que no ensucia para nada ni interrumpe su juego armonioso de toque y, si se permite afirmarlo, incluso lo mejora, o lo completa.
👨💻 Juani Guillem
🗓️ (28/05/2016)